Dulces Noventeros
Si en algo nos caracterizamos los chicos de este hermosa generación, es por las idas al dentista por nuestras caries. Y es que el comer dulces en esta década era cosa de casi todos los días, ¿por qué? Pues porque eran DELICIOSOS.
Lamentablemente, los paladares y los cuidados que tienen los niños de las generaciones actuales son mucho más selectivos, así que muchos de los que nosotros conocíamos como dulces, han sido olvidados o evolucionados, pero son muy pocos los que mantienen su nombre en el mercado.
A ver si recuerdas a estos tres...
Los dulces chiclosos, hoy conocidos como Winis, antes se llamaban SUGUS.
Estos deliciosos dulces moldeables eran la perdición para más de uno y lo mejor es que eran muy baratos.
Esta marca poseía muchos sabores, entre ellos el de cereza, frambueza, piña, naranja o limón. Mismos que muchas veces combinábamos en nuestra boca para tener un sabor más completo (y un cachete más grande que otro).
Eran enemigos de los dentistas, ya que la consistencia se pegaba fácilmente a los dientes y al paladar, desarrollando caries. Pero eso no los exenta de ser uno de los dulces más consumidos hasta la fecha.
2. Hubba Bubba
¿Te acuerdas de estos rollos? No, no son cintas adhesivas, se trata de una tira larguísima de delicioso chicle sabor fresa.
Lo atractivo de este delicioso chicloso era el empaque, ya que nosotros no estábamos acostumbrados a los empaques de plástico duro.
Uno de estos rollos podía durarte uno o dos días, así como te podía durar media hora; sinceramente era adictivo la manera en la que cortabas pedazo a pedazo esta cinta chiclosa.
Otra desventaja era el hecho de que eran tan famosas que todo el mundo quería robarte aunque sea un poco de tu rollo y su empaque de color chillón y gran tamaño, hacían difícil la tarea de esconderlo.
Poco tiempo después comenzaron a salir más y más sabores de chicle, pero lastimosamente para la empresa no tuvieron el mismo impacto entre los pequeños.
Hoy en día los volvieron a lanzar al mercado, al parecer hubo buena respuesta.
3. Crazy Dips
Tal vez por el nombre no te suena tanto el nombre, pero seguramente cuando veas la imagen te vendrá a la mente un recuerdo de esta deliciosa paleta.
No era simplemente una paleta más de fresa, sino que contenía un polvito que hacía que, al contacto con tu lengua, hiciera ligeros tronidos que hacían interesante el saborear este dulce.
Esto se convirtió en una excelente experiencia para millones de niños que la consumían, muchos incluso compraban el dulce y regalaban la paleta, lo único que les gustaba sentir era el tronido del polvito contra su saliva.
Lamentablemente los desplazaron del mercado durante muchos años, pero han vuelto a las andadas desde hace ya unos cuantos años. Siguen siendo un hitazo.
Comentarios
Publicar un comentario