¿Juegos o juguetes?



Fuimos una de las mejores generaciones en cuanto a juegos se refería. Los chicos de los 90's llegamos a salir a la calle a divertirnos con los amigos de la cuadra, o incluso, jugar juegos de mesa en casa cuando el clima no se prestaba para salir. Hoy en día es muy fácil ver a pequeños pegados a sus smartphones o a sus consolas de videojuegos.
     ¿Y es que quién no recuerda esas locas tardes llenas de diversión y sudor jugando "bote pateado" o "din, din... ¡corre!"? Podríamos pasar horas andando en bicicleta o jugando en la calle a lo que se nos ocurriese aquel día. 

     Así que, para darnos una empapada al baúl de los recuerdos, y para presumirle a las nuevas generaciones, enlistaré cinco de nuestros juegos favoritos de cuando eramos unos pequeños renacuajos... (No están en orden de importancia)




1. Perro Robot

¿Alguna vez tus padres te dijeron que no eras lo suficientemente maduro como para tener una mascota?
     Entonces seguramente no fui el único que tuvo a este inseparable amigo en cualquiera de sus presentaciones. 
     Hablamos de un perro robotizado, el cual podía ladrar y moverse independientemente. Sus pequeñas y tiernas patas caminaban a lo largo de mi casa durante todo el día, esto mientras prendían sus orejas y ojos. 
     Pero lo que más me impactaba, era sentir el cariño que nuestro pequeño amigo le tenía a su hueso... NO SE SEPARABA DE ÉL y cuando se lo quitabas, ladraba y lloraba hasta que se lo dieras de nuevo. 
     Sin duda una de las mejores atracciones de nuestra década.

2. Bey Blades
Sin duda mi favoritos... los famosos Bey Blades. Estos pequeños amigos salieron de una famosa serie japonesa para niños. 
     La serie trataba de niños que iban por el mundo retando a personas a batallas BeyBlade... seguramente los niños milenials se estarán preguntando ¿cuál era el chiste? 
     Bueno, pues eran un estilo de "trompos" modernos armados a tu antojo que poseían un poderoso ser al centro (por eso la calcomanía). 
     Dentro de la serie, estros poderosos monstruos eran convocados por sus amos al momento de una batalla. Bastaba con hacerlos girar utilizando una base de plástico con una correa, al jalar esta última con mucha fuerza, generaba la fricción suficiente para sacar a tu Bey Blade a batalla. 
     La batalla terminaba cuando una bestia debilitaba lo suficiente a la contraria para que esta dejara de girar. Una vez detenido y acabado, el beyblader ganador podía quedarse con el luchador del contrincante (algo así como en Pokemón) .
     La tirada de estos increíbles juguetes es que tú mismo podías armar tu propia armadura, ponerle bases de metal y elegir tu propia fachada.

3. Girl Talk
Tal vez considerado de los juegos de mesa más jugados por las pequeñas de nuestra década.
     Trataba de un juego de "retos y verdades" que debías jugar con personas cercanas a ti, pero con la novedad de que existían castigos que iban desde llamarle al chico que te gustaba a través de teléfonos de plástico y voces de grabadora, hasta tener que contar uno de tus secretos mejores guardados.
     Aunque muchas veces eras bateada durante el juego por los chicos más guapos de la escuela, también podías convertirte en la más popular. Todo esto dependía de cómo te ibas desenvolviendo en el juego.

4. Twister

De los juegos de mesa más populares de nuestros tiempos. El Twister consistía en estirarse sobre una lona colocada en el piso, uno de los jugadores debía ser el juez y encargado de los movimientos... ¿cómo es esto posible? 
     El juego venía con un pequeño tablero, dicho tablero contenía las extremidades de tu cuerpo y los colores en donde debías colocarlos. El jugador juez hacía rodar una flecha por el tablero hasta que parara por completo. De esta manera, el jugador daba la orden de mover equis extremidad hacia equis color.
     Parece muy sencillo, ¿no lo crees? Vamos a ver si con tres o cuatro personas encima de ti se te es tan fácil moverte.
     Mil veces recomendado por el Común Comunicador.

5. Manos de goma
Estas tremendas manos de gomita... eran un mero capricho para el pequeño de nuestra generación.
     Realmente estas manos eran muy divertidas, pasábamos horas pegando y jalando cosas a nuestro antojo. 
     ¿Pero qué pasaba cuando estas manos se ensuciaban? NADA, no se podían lavar. Simplemente perdían su viscosidad y ya no tenían ninguna utilidad, por lo que terminaban en el bote de la basura casi al día siguiente de comprarlas.
     Aún con todo esto, podemos decir que estas manitas nos hacían pasar horas increíbles en días donde no teníamos mucho que hacer.




¿Cuál era tu juguete o juego favorito cuando eras niño?

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